martes, 26 de febrero de 2013

EL ART NOUVEAU Y LA JOYERÍA








Sería repetirme si dijera aquello de que “en arte todo está realizado”, pero así es. Y cuando el arte y la creatividad parecen entrar en una línea monótona que no despierta nuestros sentidos es cuando en todas las disciplinas se echa la vista atrás para resurgir de las cenizas y decir “todo tiempo pasado fue mejor” o por lo menos “todo tiempo pasado nos enseñó”. Pues bien, el Art Nouveau (este blog 26.2.2011) buscaba precisamente crear algo diferente, renovar el arte y aunque finalmente quedó en una utopía, sirvió para que todas las disciplinas se vieran inmersas en el movimiento. Se sirvieron sobre todo de la naturaleza, de las formas orgánicas, y de las formas femeninas como fuente de inspiración y aunque se desligó de movimientos anteriores, también miró hacia el romanticismo.

 



 
Ninguna disciplina fue ajena a este movimiento, pero sin duda fue la joyería la que se vio profundamente transformada y no solamente en sus diseños, sino por pasar de ser un simple objeto bello destinado a un sector determinado de público, a convertirse en una pieza de arte. 

 



 
El joyero evolucionó de simple diseñador a artista. Del diseño isabelino, preciosista pero que apenas había evolucionado y cuyo principal valor estaba en los diamantes, se pasó a utilizar todo tipo de materiales y piedras semipreciosas. Y entre todos esos materiales tuvieron cabida el vidrio, el hierro, los esmaltes, en una palabra, todo era factible de ser convertido en una pieza artística gracias a las manos del artista-joyero porque el fin de estos era crear piezas de arte.

 





Me siento más identificada y cercana a toda representación minimalista en cualquier disciplina, pero no puedo dejar de detenerme en las joyas Art Nouveau ya que no cumpliendo precisamente las premisas de un arte minimalista, el Modernismo, en cuanto a joyas se refiere, tuvo una enorme significación para la joyería por los laboriosos y ricos trabajos que se realizaron en las piezas inspiradas en esa época. 

 



 
La riqueza de una pieza modernista en joyería es de un alto valor porque radica, no solo en el valor económico, sino en tener la habilidad y creatividad de saber crear una joya, una pieza de arte, con materiales no nobles y sobre todo, con materiales que hasta ese momento no se asociaban a la alta joyería.


 





El hierro, el vidrio, el ámbar, el marfil, los esmaltes y todo tipo de materiales se convierten en joyas preciosas gracias al buen hacer del joyero-diseñador. Y no podría ser de otra forma teniendo como fuente de inspiración la propia naturaleza con sus bellas y redondeadas formas.


 



Lo mismo que sucedió con la arquitectura, con el mobiliario, o con otras disciplinas la joyería modernista quiso representar un arte que rompía con materiales, diseños y estéticas obsoletas, que se renovaba y que además de inspirarse en las formas naturales también incorporaba materiales de esa revolución industrial como el hierro o el vidrio.






En el Art Nouveau todo valía para llevar la belleza hasta un estamento más popular. Se pretendía socializar la belleza por decirlo de alguna manera, y la joyería no podía ser ajena a esta revolución. Por otra parte hay que tener en cuenta que el movimiento pretendía a su vez huir de una producción masiva de los objetos o piezas, por lo cual la joyería iba a cumplir perfectamente todas las aspiraciones en las que se basó el Art Nouveau.






Que fuentes de inspiración sean la naturaleza y las formas orgánicas también ayudan a los diseños de joyas. Esas formas redondas, suaves y naturales son perfectas para que sirvan de ensamblaje al ámbar, al jade o simplemente para ser adornadas con bellos esmaltes. 








También tenemos que hacer hincapié en la gran importancia que este movimiento daba en sus diseños a las formas femeninas. Asociamos con mucha frecuencia las joyas a la estética femenina y esta fue profusamente utilizada en el Art Nouveau, desde las curvas delicadas, pasando por los abundantes cabellos ondulados o los amplios vestidos drapeados. Las joyas ayudaron a resaltar esa tendencia a la sensualidad y a una estética basada en el despertar de los sentidos.


 



 Fueron muchos los representantes del Art Nouveau (llamado Modernismo en España y América) pero cuando se habla de Art Nouveau en joyería se debe de nombrar sin duda a René Lalique. El fue el que hizo que las joyas fueran piezas inspiradas en la naturaleza y el que abrió el camino de este estilo a otros como Fouquet, Eugène Tourrete, Marcel Bing, Bucherón y muchos más.
Fue en la Exposición Universal de París de 1889 dónde René Lalique presento sus obras que en esa ocasión no tuvieron gran existo. Tendrían que pasar unos años para que su obra comenzara a ganar seguidores. Como toda aquella creación diferente y rompedora, la mayoría de las personas, aunque admiraban su obra no la encontraban comercial. Poco a poco sus colores, formas y diseños fueron introduciéndose a nivel popular hasta llegar a ser un referente en la joyería.

La naturaleza fue sin duda base de su inspiración y en cuanto a técnica desarrolló una combinación de metales, gemas y una gama cromática no demasiado amplia pero que fue su sello personal. Todo ello para ofrecer unos diseños que no tenían límite y que hasta ese momento eran impensables.


 


 
Si he mencionado la figura de la mujer con sus formas como parte importantísima en todo el movimiento Modernista, Lalique iba a dar rienda suelta a su fantasía para crear, inspirándose en la figura femenina y la propia naturaleza, piezas en las que lograba una metamorfosis entre ambas.
No es de extrañar que la joyería surgida dentro de ese movimiento fuera considerada revolucionaria si tenemos en cuenta que durante siglos pensar en joyería era centrarse en diamantes, gemas y piedras preciosas, una joyería fina dirigida a un determinado comprador. 

 



 
Con este movimiento el diseño cobra un gran valor y sobre todo afirma que las piedras preciosas por si solas no son garantía de obras de arte. La prueba de ello fueron las joyas que se crearían en ese momento utilizando los materiales que hemos mencionado y que se alejan bastante de los materiales nobles.

 



 
Vidrio, marfil, esmaltes, piedras de todo tipo elaborados con una técnica exquisita que llegaba hasta ocultar los engarces con el objetivo de no desviar la vista del propio diseño. Técnicas como el cloisonne que con sus hilos de oro permiten repartir el espacio para depositar bellos esmaltes, efectos vidriera con los propios esmaltes y un sin fin de técnicas que hizo que la joyería fuera sin duda considerada un arte y además un arte que caló en todo el público no solamente en un sector elitista. 


 



 
Y es que no se puede olvidar que esos artistas eran también finos artesanos formados en las técnicas del siglo XX, con sus materiales innovadores y que dominaban la maestría del oficio. Nunca mejor que en este movimiento se ha podido ver la maestría de un oficio elevada al status de arte.




Todo ello dio como fruto las bellas joyas que aun hoy en día sirven de modelo para muchos diseñadores que vuelven su mirada a aquel movimiento como fuente de inspiración para sus colecciones que en muchos casos ya están ocupando museos.




NOTA:

Para la lectura de entradas anteriores, abajo a la derecha en Archivo  “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.

Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la elección de otro IDIOMA ir con el cursor al final de la página.

Fuentes utilizadas:
Archivo propio y la red
Para la fotografía :
Las mismas

sábado, 2 de febrero de 2013

PIETER BRUEGHEL (BRUEGEL) EL VIEJO, "pintando" historias.




En alguna ocasión en estos Encuentros he escrito que en Arte todo está dicho o realizado. Muchos estarán de acuerdo con esta frase sobre todo si echamos la vista atrás y nos detenemos en los grandes maestros del Arte. Ese “déjà vu” es algo con lo que nos encontramos en muchos momentos de la Historia del Arte.

Es necesario dirigir la mirada a la Historia no solamente para constatar lo dicho sino porque es imprescindible estudiar las fuentes para poder apreciar y estudiar el Arte en su conjunto.
Hoy tenemos aquí un gran artista cronista de su tiempo y divulgador de los paisajes de su tierra cuya obra nos muestra grandes influencias de maestros anteriores a él y a su vez la presencia de su obra en artistas posteriores.



 JUEGOS DE NIÑOS



Cuando nos encontramos ante la obra de Pieter Brueghel, Bruegel como el firmaba, no podemos dejar de pensar en la obra de El Bosco, ese gran pintor adelantado a su tiempo.

Bruegel el Viejo nació en 1525, es decir un siglo más tarde que El Bosco, en Bruselas, en el seno de una familia de artistas. Dibujante, grabador, y sobre todo un gran paisajista que llevó la tradición del paisaje a su punto más alto.



 LA COSECHA 1565

 

Al igual que El Bosco pintaba sobre madera, aunque también las telas están muy presentes en su obra. Cuando pintaba sobre lienzo lo hacía al temple, sin pulir ni preparar la tela. Esta técnica  hace que al cabo del tiempo una parte de la pintura se absorba y se vaya volviendo mate.

Sus composiciones son brillantes, muy elaboradas y no se limitan a exponer el paisaje sino que nos muestran multitud de escenas campesinas que son auténticas ilustraciones de la época. Si El Bosco está muy presente en esos personajes que Pieter nos trae a sus lienzos, también hay que decir que sus paisajes reciben la influencia de Patinir, el gran paisajista. De estos antepasados adquirirá la precisión de los detalles que estará presente a lo largo de su obra. Se podría decir de él que es un artista del renacimiento por su humanismo bien presente en todo momento y que su obra muestra una mezcla del arte del renacimiento con el arte flamenco lo que da como resultado unos lienzos irrepetibles.

Bruegel viajó a Italia dónde adquiriría los fundamentos del arte del Renacimiento. Comenzó como paisajista y fue a partir de 1562 cuando comenzó a representar personajes en sus obras. 



 EL TRIUNFO DE LA MUERTE



No solo encontramos esa mezcla renacentista y flamenca en su obra, también encontramos otras asociaciones muy interesantes. Lo monumental con la miniatura, lo festivo y lo trágico, las realidades y los mitos. Algo por otra parte muy lógico si tenemos en cuenta que Bruegel fue un cronista de la vida campesina. Sumergirse en uno de sus lienzos es como ir leyendo la historia y las costumbres a través de la infinidad de personajes que introduce en las telas, todos ellos representando momentos diarios de la sociedad campesina. Los personajes se muestran celebrando los diferentes acontecimientos tan arraigados en el campo mientras que las diferentes estaciones desfilan ante nuestros ojos.

¿Quién no ha quedado extasiado delante del lienzo “Cazadores en la nieve”?. Este óleo sobre tabla se pintó en 1565 cuando el pintor estaba en plenas facultades y es un compendio de todo lo anteriormente escrito. Paisaje, costumbres y personajes.

La escena que nos presenta, totalmente invernal, forma parte de toda una serie de meses que el artista pintó. Posiblemente se corresponde con el mes de Enero y fue un encargo del banquero Niclaes Jonghelinck.



“CAZADORES EN LA NIEVE” 1565



En el lado izquierdo se pueden apreciar como los campesinos queman un cerdo para quitarle la piel. Una preparación del animal para almacenar comida muy propia del crudo invierno. 

Los árboles y los cazadores preparados con sus perros nos obligan a mirar el resto de la escena. Pero como gran detallista que era, no sólo nos muestra las grandes escenas como la de los cazadores prestos a salir con los perros. También llena el lienzo de pequeñas figuras que patinan en el hielo o que caminan sobre la nieve.  El paisaje no obstante, no es una representación verídica de un lugar determinado sino más bien de una época del año ya que las montañas del fondo posiblemente sean los Alpes, mientras que el resto está inspirado en las llanuras de su Bélgica natal. El lugar es lo de menos para el pintor que se centra en los personajes, en las labores que ejecutan y en los pequeños detalles, en una palabra “nos cuenta” el momento y las tradiciones. 



 PAISAJE INVERNAL



Algo similar, en cuanto a detalles,  encontramos en “Paisaje invernal”, una auténtica escena costumbrista en la que vuelve a inspirarse en las llanuras de Flandes y en la que a modo de relato nos trae  los niños sobre un río helado enmarcado por las casitas cubiertas de nieve.

He hecho mención de la influencia de Patinir como otro de los maestros que dejaron su huella en la obra de Bruegel. Sin duda uno de los lienzos que nos darían fe de ello es “Paisaje con la caída de Icaro”. Esta pintura realizada entre 1554-55 fue durante mucho tiempo atribuida al maestro. No obstante en 1996 se dudó de que perteneciera a Bruegel ya que se trataría de la única en que aparece el tema mitológico y por otros muchos detalles. Bruegel cuando pintaba sobre lienzo utilizaba tempera y no óleo y también se observan que las figuras son de gran tamaño, pero sobre todo la perspectiva no es correcta y el pintor era un gran detallista y perfeccionista.



 PAISAJE CON CAÍDA DE ÍCARO 


Se llegó a la conclusión de que la obra puede ser una versión de un original perdido de Bruege.

 
Siguiendo con los maestros que influyeron en Pieter nos detenemos ahora en dos obras que, en mi opinión, nos hacen viajar hasta El Bosco. Una de ellas sería “Proverbios flamencos”, la otra “La Torre de Babel”.
“Proverbios flamencos” fue una de las obras que el hijo de Pieter Bruegel, Pieter Brueghel apodado “el joven” repitió hasta la saciedad.



 PROVERBIOS FLAMENCOS



Dicen que en la obra aparecen cien proverbios utilizados en la vida actual, aunque posiblemente representó más.  “El pez grande se come al chico”, “Nadar contra corriente” y similares están presentes en este óleo sobre tabla, otra muestra de la genialidad del artista y sobre todo de su saber hacer como cronista. Posiblemente no tenga la ironía de las obras de El Bosco, pero a mi me transporta a la obra de este gran maestro.

En cuanto a la torre de babel, existen dos obras que representan la construcción de la misma. Uno está en Rotterdam y el otro en Viena. 

Los albañiles aparecen en ambas. En una trabajando, mientras que en la otra parece que estos rinden cuentas del trabajo a los dirigentes. En ambas la Torre ocupa el centro del cuadro y es hacia donde se dirigen las miradas y en donde aparecen la mayoría de los detalles. Sólidos cimientos, paredes que aparecen más afinadas según ganan en  altura,  arcos, y los trabajadores  en plena tarea “colgados” de esos muros.



 LA TORRE DE BABEL



La torre de Babel, simboliza el destino fatal al que lleva la sed de poder del ser humano. ¡A saber que nos quiso decir el maestro en su obra!
 Se calcula que la obra de Pieter el Viejo comprende 45 cuadros y unos 135 dibujos.

Sus paisajes y descripciones de la vida cotidiana han servido a otros muchos artistas como inspiración. Así podemos encontrar que el poema “Musée des Beaux Arts” de W.H.Auden, se inspiró en “Paisaje con caída de Ícaro” o “Los proverbios flamencos” es la cubierta del primer álbum de Fleet Foxes y  el director de cine Andrei Tarkowsky en su obra Solaris utiliza la pintura “Cazadores en la Nieve”

 Y hablando de cine es de obligatoria mención el film del polaco Lech Majewski “El molino y la cruz” basado en el  libro de Michael Francis Gibson que analiza el cuadro  “Camino del Calvario” del maestro flamenco.


 CAMINO DEL CALVARIO


Se ambienta  en la ocupación española en Flandes y el director se “introduce” en el lienzo con la cámara para imaginar las historias. El molino que se levanta sobre una roca representa el mundo, los soldados españoles recorren todo el cuadro con sus muestras de salvajismo al uso de las tropas guerreras de la época. Los condenados a tortura. En una palabra, las crónicas del pintor flamenco contadas esta vez a través de una cámara que se pasea por la obra. Con apenas diálogo pues de crónica se trata, la película o vídeo o como se quiera llamar, nos hace caminar por la pintura de forma espectacular. No me extiendo más en esta originalísima obra y os dejo el enlace para que podáis disfrutar de ella.


Como recomendación final para los seguidores  de este gran artista  y de todos los amantes del Arte, os diría que en vuestras visitas a nuestro Museo del Prado os detengáis en la sala en la que aparecen los lienzos de El Bosco y de Patinir y viajéis en el tiempo desde las obras de ellos hasta las del maestro flamenco y por supuesto que si tenéis ocasión, visitéis el museo “Mayer van den Berg” de Amberes donde se encuentra gran obra del pintor o más fácilmente aún que entréis en la dirección:

Se trata de la página del catálogo de la web del Museo de Bellas Artes de Bruselas (sección pintura antigua). Entrando en ella y escribiendo el nombre del pintor aparecen las obras que se encuentra en el citado museo.



NOTA:

Para la lectura de entradas anteriores, abajo a la derecha en Archivo  “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.

Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la elección de otro IDIOMA ir con el cursor al final de la página.




FUENTES CONSULTADAS:
Maestros de la Pintura. Patricia Fride R. Carrassat
De Bayeux a Diego Rivera. Rose-Marie y Rainer Hagen
Historia del Arte. E.H. Gombrich
Wikipedia.
PARA LA FOTOGRAFÍA: Las mismas y la red.